Índice
Ingredientes:
. Alcachofas, una docena
. Aceite de oliva virgen
. Sal fina
Preparación:
Esta forma tal vez sea la más sencilla de preparar unas alcachofas, puedes empezar encendiendo el horno a 190 grados para que vaya tomando temperatura y esté preparado cuando lo necesitemos después. Está demostrado que utilizar el horno es una de las mejores formas de cocinar, su temperatura y calor constantes permiten que los alimentos conserven la mayor parte de sus propiedades, reducir parte de la grasa y mantener los mejores sabores. Mientras el horno se calienta, vamos a ir limpiando las alcachofas y preparándolas para cocinarlas.
Lo primero que hay que hacer es cortarle el tallo a las alcachofas. Además, aprovechamos y le cortamos un poco de la base de la alcachofa para dejarla plana, de esta forma se mantendrán de pie sin caerse. Después se le corta la parte superior y se presionan con la mano suavemente para que las hojas se abran un poco y se separen unas de otras. La alcachofa es una gran fuente de nutrientes beneficiosos para la salud, destacan el ácido fólico y la vitamina C que son tan necesarios para nuestro organismo. Destaca por ser muy baja en calorías, perfecto para personas que intentan bajar peso o quieren mantener la línea. Hay quién les quita las hojas más exteriores a las alcachofas, pero esto es cuestión de gustos.
Una vez tengas todas las alcachofas preparadas, colócalas de forma ordenada en una bandeja de horno. Procura dejar un poco de espacio entre unas y otras para que se cocinen mejor, las colocamos sobre la base que le hemos cortado para que ponerlas se mantengan de pie. Lo correcto es dejar al menos unos 2 o 3 centímetros entre unas alcachofas y otras, si ves que no te caben todas en la bandeja tendrás que hacerlo en varias veces. Ahora las regamos con aceite de oliva por encima y les echamos una pizca de sal a cada una. Mete la bandeja con cuidado en el horno y las dejamos unos tres cuartos de hora aproximadamente.
Cuando se vaya acercando la hora de sacarlas, ve comprobando que se han asado bien y las sacas cuando consideres oportuno. Déjalas enfriándose unos minutos, también le sentarán bien el reposar fuera del horno. Si las ves muy secas, puedes rociarlas de nuevo con un poquitín de aceite o también con un poco de limón para darle un toque de sabor. El zumo del limón se ha convertido en un imprescindible en la cocina, la gran cantidad de vitaminas B y C, de minerales y su sabor ácido especial hace que esté presente en infinidad de recetas de todo tipo, ya sea pescado, carne o verduras. Ya puedes probar tus alcachofas al horno, estarán jugosas por dentro y las hojas muy tiernas.
Receta obtenida de recetaalcachofa.com